lunes, 12 de febrero de 2007

¿EXISTE EL FRACASO?

Dependiendo de cómo nos conocemos a nosotros mismos reaccionaremos al entorno que tenemos en derredor.

Dependiendo de esta percepción vamos a embarcarnos en distintas tareas que pondrán a prueba lo que creíamos que somos en relación a lo que verdaderamente podemos rendir. Si una persona posee una pobre idea de sí misma resultará que no podrá acometer empresas para las que, paradójicamente, si podría estar capacitada. Es decir, su propia imagen llega a ser su peor enemigo. Por el contrario, tener una idea magnificada de sí mismo es probable que le lleve a padecer innecesarios fracasos a lo largo de su vida.

¿Pero que es el fracaso? En primer lugar, es experiencia vital que nos debe servir para mejorarnos y aprender a no cometer el mismo error. ¡Sí!, todos conocemos ese dicho tan español que “el hombre es el único animal que tropieza en la misma piedra”. Pero, incluso en esta situación puede que se desprenda otro aprendizaje, paralelo a la piedra en cuestión. Quizás en relación a uno mismo: “no debo de tener relaciones con cierto tipo de personas” o, por ejemplo, realizar, tal negocio.

Aquellos que se hunden con los problemas son personas con falta de conocimiento propio, irreflexión, victimismo y cierta dosis de rebeldía inútil. Por el contrario los que maduran no solo lo hacen cumpliendo edad sino utilizando los reveses para aprender. En definitiva: se “autoeducando”.

De todo ello podemos extraer una buena experiencia útil para nuestros hijos:
· En aquellas situaciones que no obtenemos el resultado esperado debe de constituirse como un problema a resolver y no en un “fracaso”. Debemos concentrar la atención en como superar dicha dificultad analizando los fallos cometidos y, esta vez, ayudándole a conseguir sus logros.
· No hacerle sentir inferior a los demás cuando se obtienen óptimos resultados. Ni por contraste hacerle sentir superior por haber conseguido el éxito.

Entonces, ¿existe el fracaso o tan solo estamos aprendiendo? ;-)
Ahí queda el debate abierto.


José Miguel Gaona
Director, “Educar Bien”

1 comentario:

Anónimo dijo...

Para mí, fracasar es no intentarlo. No intentarlo y perder.
Pues el que intenta, algo siempre gana. Ya sean experiencias, valores, etc.
De hecho, pocas veces se aprende ganando.
Por eso yo siempre digo........"no tengo nada que perder" voy a intentarlo.

Pero, ahora viene la pregunta:

¿Qué es más importante, ganar, o aprender?

De ahí dependerá las decisiones que tome cada uno. Su miedo a no ganar, o su positividad ante aprender.
Saludos.