lunes, 9 de julio de 2007

SINDROME DE ALIENACION PARENTAL (SAP)

Son muchos los programas que han dedicado muchos minutos al llamado Síndrome de Alienación Parental (SAP). En muchos casos los expertos han explicado las diversas artimañas con las que algunos padres degradan, literalmente, la imagen del otro conyuge y actual padre del niño o niña.



Uno de los mayores expertos en nuestro país es José Manuel Aguilar Cuenca, colaborador de nuestra publicación y cuyo peritaje sirvió, entre otros motivos, a que el juez fallase a favor de una niña de ocho años en la ciudad de Manresa. Nótese que he dicho “a favor de la niña” y no “a favor del padre” ya que, indudablemente es ella la más beneficiada de tener padre y madre a la vez. No podemos entrar en más detalles, por puro desconocimiento, de este caso en particular pero somos muchos los profesionales que hemos visto construir verdaderas paredes en torno a alguno de los progenitores. Desde la sutileza diaria: “¡Vaya, tu padre, como siempre llega tarde otra vez!” o bien: “¡ya sabes como es tu madre!”. Frases que fuera de contexto no poseen apenas significado alguno pero que repetidas, a modo de mantra, perfilan, año tras año, una opinión del otro padre/madre que ausente es incapaz de equilibrar los afectos.

Seamos positivos, enumeremos algunas normas para saber que hacer cuando retomamos una nueva relación y favorecer que nuestro hijo se integre en la nueva situación:

* Cuando anunciéis a los niños que habéis encontrado a alguien que compartirá vuestra vida, explicadles que ellos no perderán nada de vuestro amor y que la nueva situación no os impedirá ocuparos de ellos.
* Dejad bien claro que su papá / mamá será siempre su papá / mamá y que nadie lo reemplazará.
* No los presionéis para que admitan de buen grado a vuestro nuevo/a compañero/a y permitidles el derecho a demostrar su enemistad.
* Es inútil querer forzar el cambio de situación probando a “comprarles” con regalos, es más práctico demostrar interés por ellos y por sus actividades.
* Permitid que vuestro compañero/a ejerza una actividad educativa en la vida cotidiana... pero las decisiones importantes serán tomadas por el padre o por la madre.
* No preguntéis a vuestros hijos sobre la vida íntima de vuestro /a “ex” y, por su puesto, no lo desvaloricéis a sus ojos.
* Si el hijo de vuestro/a compañero/a pasa el fin de semana con vosotros, procurad que tenga una habitación propia, y si esto no es posible, un rincón que le pertenezca.

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