viernes, 27 de abril de 2007

EL PENSAMIENTO CRITICO

En ocasiones me siento abrumado por la avalancha de información que recibimos a diario. Tenemos páginas webs que nos informan de las noticias minuto a minuto. Radios hora a hora. Canales de televisión que emiten las 24 horas del día y periódicos que compiten entre sí con sus contenidos informativos.

Casi todos reflejan lo que sucede en nuestro derredor y como tremendos amplificadores mediáticos repiten una y otra vez las mismas noticias. En gran parte de las ocasiones, dichas nuevas se acompañan de imágenes lo que les otorga, al parecer, una mayor veracidad: “si lo he visto debe ser verdad". Paradójicamente, la visión es el órgano que menos crítica recibe por parte de nuestro intelecto, mientras que, por ejemplo, la audición es escrutada con mayor celo y rumiada hasta deshilachar lo que consideramos “veracidad”. Es decir, curiosamente, es mucho más fácil engañarnos con lo que vemos que con lo que escuchamos. Los magos saben mucho de este arte de la ilusión.


Hoy en día cuando dos personas se cruzan en la calle o coinciden en un lugar determinado “comentan” las noticias del día. Si bien lo que hacen, en realidad, es repetir lo que han escuchado. El conocido escritor George Orwell decía “atibórrales de información y creerán que están pensando”. ¿Cuántos padres enseñan a pensar críticamente a sus hijos?, ¿a poner en duda lo que ven o aprenden?, ¿a jugar con las ideas?, ¿quizás lo que es considerado “normal” sea patético y enfermizo en muchas ocasiones?


Por poner un ejemplo, “normal” es tener caries y “anormal” ser inteligente y no por esto, lo último deja de ser deseable. En los tiempos que corren de un supuesto “pensamiento único” es nuestra labor abonar el “pensamiento crítico” de nuestros hijos, rico de individualidad, para que como semillas siembren de escepticismo a la siguiente generación. Dudemos y enseñémosles a pensar.


¿Qué os parece?, podéis dejar vuestro comentarios.


José Miguel Gaona.


Director de "Educar Bien"

lunes, 16 de abril de 2007

NIÑOS, EDUCACIÓN Y OTRAS COSAS...

Este pasado sábado participé en las “III Jornada Regional Familia y Escuela "Retos y Oportunidades" del Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid” con una conferencia cuyo tema era: “Formación para padres y madres: por qué, qué y cómo”. Todo ello se celebraba en el Parque WARNER de Madrid.

La conferencia marco titulada: “Retos y oportunidades para la educación del siglo XX” cuyo ponente era el renombrado escritor D. Juan Manuel de Prada dio comienzo y al desgranarla comenzaron algunos asistentes a removerse incómodos en sus sillas. El novelista apuntaba la necesidad de volver a recuperar ciertas tradiciones ya perdidas en los últimos años y cierta añoranza a valores que actualmente parecen desfasados. Todo parecía haber ido bien hasta el momento final en que algunos de los presentes tomaron el micrófono. Expresaron su disgusto por ciertas ideas que, según ellos, nos hacían retroceder en el tiempo a épocas ya olvidadas. Yo me revolvía en mi silla de ponente con cierta tensión (yo era el siguiente en la exposición). “Cuando veas las barbas de tu vecino cortar….”. De Prada, con cierta dosis de provocación contestó holgadamente a cada uno de los asistentes mientras, paulatinamente, subía la temperatura del auditorio.

Pocos minutos más tarde comenzó mi exposición con cierto resquemor, después de lo visto, hacia la percepción de algunos de los asistentes: origen de nuestra publicación, relatar la manera en que escogemos los temas, línea editorial, etc. He de reconocer que, esporádicamente, alzaba la vista para escrutar las expresiones de los más de 450 invitados. Todo iba bien y así se mantuvo hasta el final. Respiré aliviado y tomó el turno D. Guillermo Cánovas de la asociación “Protégeles” quien hizo una brillante exposición acerca de cómo proteger a nuestros hijos de los peligros de Internet.

Para finalizar, intervino D. Agustín García Matilla (Director de Comunicación de la Universidad Carlos III de Madrid) con su ponencia” Educar para la comunicación y el pensamiento crítico: Niños y jóvenes frente a las pantallas” quien fiel al concepto del “pensamiento crítico” hizo numerosas referencias a Juan Manuel de Prada y no, precisamente, de sintonía ideológica. Otra vez la tormenta: los que antes aplaudían ahora movían la cabeza con desagrado y viceversa.

Incomprensiblemente, el debate sobre la educación parecía olvidar a los niños y se centraba, fundamentalmente, en cuestiones políticas que, seguramente, les afectarán de una u otra manera a través de las decisiones que se tomen “más arriba” pero, quizás fue una percepción personal, los niños pasaban a un segundo plano.

En un momento determinado una de las asistentes tomó uno de los micrófonos inalámbricos (eran ya casi las 3 de la tarde) y como un ángel reconciliador comenzó a enumerar varios paralelismos ideológicos entre el primer y último conferenciante. En definitiva, según ella, las posiciones no eran tan distintas. Lo cierto es que no se encontraba muy alejada de la verdad. Todo era cuestión de interpretaciones. La dulzura con la que rebajó la tensión ambiental e, inteligentemente, acercó posiciones como excelente mediadora me pareció, aunque fugaz, como una de las mejores intervenciones de esa sesión: renunció a sus posiciones personales en pos de tomar lo mejor de cada uno de los expositores: un excelente ejercicio de inteligencia emocional. Seguramente habrían más presentes que pensasen como ella pero que, al menos, uno diese la cara y se desmarcase de las “corrientes” y “tendencias” me hizo recuperar la fe que, por momentos, iba perdiendo en el futuro de nuestros hijos. Afortunados los alumnos que la tengan como maestra.

José Miguel Gaona

PD: al ir a colgar estas líneas he observado como uno de los autores hace referencia a dichas jornadas en un periódico nacional:

http://www.abc.es/20070416/opinion-firmas/fusilen_200704160255.html

Al otro no le he podido encontrar...todavía.

miércoles, 4 de abril de 2007

FALTA DE CUIDADO (PARECE)

Acabo de leer que en Holanda se ha inaugurado la primera clínica para niños alcohólicos. Esta noticia podría sorprender a muchos pero, en el fondo no hace otra cosa que poner el dedo en la llaga: los niños (ni hablemos de los adolescentes) tienen problemas con la bebida.

La clínica trata la propia adicción al alcohol así como las intoxicaciones agudas. La mitad de sus ingresos los constituyen pacientes de sexo femenino cosa que al periodista, curiosamente, parece sorprenderle.

Para generar un cuadro aún más sombrío los niños holandeses (tomemos nota de ello aquí en España) no se contentan con bebidas tradicionalmente consideradas como "suaves", es decir, la cerveza. Incluso el 90 % de los niños holandeses admite haber bebido, para más remate, "alcohol del duro".

Mientras se lee, un tanto aturdido esta noticia, pasa casi desapercibido uno de los casos que ilustran este artículo: un niño llamado Nik de 12 añitos (a esa edad, todavía se tienen "añitos"). Explica el chaval: "...ellos (los padres) me dejaban en la habitación del hotel jugando con mi consola de videojuegos y allí había un minibar...lo primero que cogí fue la botella... ni se dieron cuenta".

Puede ser, hasta cierto punto, producto de una negligencia dejar al niño solo en una habitación de hotel. Pero, ¿Cuántas veces ha de haber estado abandonado o descuidado como para desarrollar un problema de alcoholismo?, ¿Cuál es el problema real?: ¿El alcohol o la falta de supervisión y cuidados? El responsable de la nueva clínica termina diciendo a este respecto: “es porque algo va mal en casa, que es donde se aprenden los valores y los referentes en la vida”. Da que pensar…¿no?